Colaboración con
http://www.elgurrion.com/
Revista de carácter trimestral dirigida por Mariano Coronas Cabrero.
Vio su primer número en noviembre de 1980 y actualmente se encamina hacia el número 169. Ampliamente reconocida y premiada por su enorme valor cultural, constituye un claro referente del mundo pirenaico y sus gentes, especialmente del Sobrarbe. Las ilustraciones aquí expuestas pertenecen al apartado "La mirada de Roberto"
N.º 1. LAS MANOS DE LA ABUELA
N.º 2. MEDIANO
N.º 3. EL ASEO
N.º 4. LA CARDINCHA
N.º 5. EL CHISQUERO
N.º 6. ENTRE ABETOS
N.º 7. LA SOLANA
N.º 8. UN VIEJO AMIGO
N.º 9. LA PUERTA
N.º 10. LA NIÑA DE LA PELOTA
N.º 11. EL VIAJE DE BENITO
N.º 12. PERO NO
N.º 1. LAS MANOS DE LA ABUELA
Primera de la serie.
Mayo de 2021, N.º 163.
N.º 2. MEDIANO
"La torre de Mediano se yergue sobre las aguas como recordatorio de que un pueblo fue sepultado. Nuestro amigo Roberto L´Hôtelleríe ha dibujado este sueño recurrente..."
Mariano Coronas Cabrero
Agosto 2021. Revista "El Gurrión", N.º 164
N.º 3. EL ASEO
"Un contraluz evocando el aseo: un ritual diario de cuidado personal que nos ha dibujado Roberto L´Hôtelleríe, con su particular mirada."
Mariano Coronas Cabrero
Noviembre 2021. Revista "El Gurrión", N.º 165
N.º 4. LA CARDINCHA
"En esta ocasión lleva nuestros ojos hasta la cardincha protectora, pero si seguimos explorando la imagen, observamos otras elocuentes miradas. ¡Cuánta ternura hay en esos ojos! ¡Y cuánta vida, en esas arrugas!"
Mariano Coronas Cabrero
Febrero 2022. Revista "El Gurrión", N.º 166
N.º 5. EL CHISQUERO
"Son las Fiestas Mayores y la mañana propicia el encuentro de uno de los músicos que se prepara para rondar con el pastor que se prepara para “soltar” … Y salta la chispa del viejo chisquero para encender el cigarro y una conversación..."
Mariano Coronas Cabrero
Mayo 2022. Revista "El Gurrión", N.º 167
N.º 6. ENTRE ABETOS
"Ahí viene caminando, sola, entre abetos,
manteniendo en difícil equilibrio una canasta llena
sobre la cabeza. El rostro serio, concentrado...
Hubo tiempos de dura existencia. Tiempos difíciles
de imaginar, desde nuestras comodidades actuales
y desde una cierta indolencia vital como la que
venimos observando... "
Mariano Coronas Cabrero
Agosto 2022. Revista "El Gurrión", N.º 168
N.º 7. LA SOLANA
"Ahí está, dentro del fenómeno de la despoblación, la fachada de casa Bara de Alastrué. En la escena, opera como un decorado entre dos mundos: lo que fue y lo que queda. Nada por delante, nada por detrás, simplemente una pareja de ancianos (y sus gallinas) que tantas tardes en el pasado se sentaron en su banco de piedra y ahora no pueden estar ahí... ¿o sí?"
Noviembre 2022. Revista "El Gurrión", N.º 169
N.º 8. UN VIEJO AMIGO
"Estaba detrás,
entre pinos y esqueletos de viejas hayas,
mirando diluido en un tiempo sin tiempo.
No lo vieron jamás".
Febrero 2023. Revista "El Gurrión", N.º 170
N.º 9. LA PUERTA
“Tal vez se abran algún día las cartas que nunca se abrieron. Tal vez se reabra esa puerta y se entienda el silencio. La casa quedó herida pero nunca sola. Allí sigue, con su número, en su aldea, repleta de secretos y mil recuerdos.”
Mayo 2023. Revista "El Gurrión", N.º 171
N.º 10. LA NIÑA DE LA PELOTA
"No tiene prisa, espera sentada mirando al infinito.
La niña de la pelota sabe que algún día desde los Treserols
bajarán las leyendas y eso la tranquiliza.
Las montañas no mienten."
Julio 2023. Revista "El Gurrión", N.º 172
N.º 11 BENITO
"El viaje de Benito, de San Fertús a La Habana, 8000 km.
De la aspereza de las montañas a la amargura de una guerra.
128 años… y todavía no ha vuelto.
La culpa: 2000 pesetas."
Noviembre 2023. Revista "El Gurrión", N.º 173
N.º 12 PERO NO
Lo noté de reojo mientras recogía las hojas del jardín. Al girarme vi que era un gorrión moviéndose torpemente por el suelo. El pajarillo estaba boca arriba y apenas se movía. Enseguida me di cuenta de que algo le pasaba pero no me atreví a tocarlo. Con la escoba le di cuidadosamente la vuelta esperando así resolver el problema. Pero no. El pequeño gorrión corrió por el empedrado no sé cómo y se escondió detrás de la higuera para más tarde meterse debajo de un banco. Yo esperaba que al igual que había pasado otras veces, después se levantaría y se iría volando. Pero no. Al volver por la tarde había buscado el sol y lo acompañaban tres o cuatro más. Cuando me acerqué, todos emprendieron el vuelo pero mi pequeño gorrión siguió quieto. No sabíamos qué hacer, ni él ni yo. Le eché un poco de agua para que bebiera y le acerqué unas miguillas de pan, pero las rehusó. Se quedó quieto mirándome, luego se arrastró hacia atrás y volvió a su refugio debajo del banco. Al día siguiente ya no estaba allí, pensé ilusionado que se habría recuperado y se habría ido. Pero no. Por la tarde vi que encima del césped y al lado de la valla yacía su cuerpo y que se lo estaban comiendo las hormigas. Me acerqué y todavía me pareció más pequeño. Se estaba haciendo de noche y no quise dejarlo a la intemperie. Un diminuto agujero debajo del rosal rojo fue suficiente para depositarlo con cuidado. Por fuera lo cubrí con tres pétalos de rosas. Hoy he ido por la mañana pensando que los pétalos se habrían ido con el viento. Pero no. Seguían ahí.
Febrero 2024. Revista "El Gurrión", N.º 174